De playa en playa

1. Frases de manual

August, 15

¿En qué mundo vivís? En un mundo falso e irreal. Un mundo de mentiras, cobardías y falto de sinceridad. Lloráis con historias inventadas, coloreadas con frases bonitas, de cualquier juglar. Un mundo en el que está de moda emborracharse y buscar el amor en la oscuridad. A tientas, sin ver, lanzándose al vacío a los brazos de un desconocido que jamás te querrá de verdad. Por favor, menos ingenuidad. Están de moda las resacas y las noches de las que no me puedo acordar, aquella chica de la disco de la que no me puedo olvidar. Y sus labios, y su pelo y su forma de mirar… ¡Por favor, basta ya! Un poco de realidad, no veis que son todo mentiras para camelar.

Os emocionáis al leer en twitter o en algún blog de actualidad, las frases de manual de algún inspirado que nunca supo amar. Relatos de noches entre sábanas, alcohol y qué se yo que más. Frases bonitas, hechas para gustar, pero al fin y al cabo, frases de manual. Que sí, que yo también se escribir una historia de amor, soltar mil y un piropos y hacerte desvariar.

Os esforzáis por encontrar a vuestro príncipe ideal, lloráis con vuestras películas y queréis un chico así de galán, un príncipe de los que ya no quedan, un caballero de verdad. Y entonces empezáis a bailar, ahí en la oscuridad, entregándoos al primero que aparece, sin ni si quiera pensar. Y bailáis, y bailáis aún más. Y entonces él lo intenta y tú te dejas besar. ¿Acaso es un caballero de verdad? ¿El príncipe de las películas que tantas veces os ha hecho suspirar? Entonces ¿de qué te quejas niña? ¿Por qué luego lloras entre tus sábanas preguntándote por qué nunca nadie te ha amado de verdad? Acaso no eres tú, la que le estás confundiendo a aquel príncipe que te venía a buscar. A aquel príncipe que se fijó en ti desde la barra del bar. Aquel príncipe que te busca y te busca sin parar. A aquel príncipe que te ha visto irte con ese borracho del lugar.

No, no y no. Deja de llorar, porque jamás podrá encontrarte nadie si tú no te dejas encontrar. Así que por lo menos se coherente con tu facilidad de dejarte atrapar por cualquier personaje en una noche sin más y deja de implorar al cielo que te mande alguien que te quiera de verdad. Porque no, jamás encontrarás el amor en la oscuridad. Porque el amor no es pasión, es decisión. Requiere constancia y preparación, y sobre todo, tiempo. Tiempo que es todo lo que no hay entres tus labios y los suyos. Escúchame, escúchame con atención, el amor de verdad no es un licor barato servido en un vaso de plástico la noche de San Juan, no, el amor de verdad es como el vino reposado varios años en un barril de madera. Fuerte, resistente, puro, duradero.

Y sé que ahora está de moda eso de pensar: ¡Bah, me da igual! ¡Total, lo hago sólo para disfrutar! O quizá se oiga: ¡Anda ya, deja de inventar, eso del amor es un cuento irreal! ¡No existe, jamás lo voy a encontrar! Pero tú y yo sabemos que al final, sólo una cosa pretendemos hallar. No es dinero, ni fama, ni ejemplaridad. No, es alguien que te ame por encima de todo lo demás. Y entonces un día, sentada en aquel banco de madera, mirando el atardecer, recordarás. Y está en tu mano decidir qué quieres recordar, si a un petardo que te eligió al azar o aquel chico de la barra del bar. Ese chico tímido que te invitó a bailar, que te llevó de la mano a ver el sol cantar. Que te enseñó las estrellas y con ellas a esperar. Que escuchó tu historia y te miró a los ojos, y sin parpadear, te dijo: seré tuyo, seré tuyo de verdad y pase lo que pase, jamás te dejaré de amar.

El contador de arena

Leave a comment